Algunos factores pueden influir en la calidad y la cantidad de moco cervical que producimos, puede ser consecuencia de cambios hormonales, puede estar relacionado con el estilo de vida o con medicamentos.
En la mayoría de los casos, los efectos no son lo suficientemente grandes para dificultar o distorsionar la observación del moco cervical. Sin embargo, los siguientes factores pueden afectar el patrón de moco cervical y hay que tenerlo en cuenta:
- medicamentos como antihistamínicos y diuréticos
- algunos fármacos para la fertilidad (especialmente citrato de clomifeno, pregunte a su médico)
- calmantes
- antibióticos
- expectorantes
- algunas hierbas
- vitaminas
- infección vaginal o enfermedad de transmisión sexual (pregunte a su médico si cree que es posible)
- enfermedad
- la ovulación tardía (puede provocar la observación de moco cervical fértil en diferentes momentos del ciclo)
- ducha vaginal (no recomendada, a menos que el médico nos lo prescriba)
- sobrepeso (puede causar un aumento del líquido cervical)
- fluido por excitación (se puede confundir con el moco cervical blanco de huevo)
- residuos de esperma (se puede confundir con el moco cervical blanco de huevo)
- lubricantes (no se recomiendan si intentamos conseguir un embarazo, ya que pueden ser hostiles a los espermatozoides)
- lactancia materna
- disminución de la función ovárica
- al dejar los anticonceptivos
Si notas cualquier cosa extraña en tu moco cervical (por ejemplo, si tiene un olor desagradable, causa molestias, picor o si experimentas pérdidas o sangrado inesperado), ve a ver al especialista en ginecología.